Las autoridades alemanas han puesto en marcha una investigación para esclarecer si 150 empresas de la Baja Sajonia han puesto en el mercado millones de huevos bajo el apelativo de huevos ecológicos sin serlo realmente. Estos huevos, vendidos como orgánicos, procedían, presuntamente, de granjas en las que se criaba a las gallinas en condiciones de hacinamiento.
Esta noticia tiene dos interpretaciones. De un lado, la negativa, es decir, el hecho de que también en este mundo del consumo orgánico y sostenible se esté entrando en el fraude y el engaño. Pero también tiene una interpretación positiva: si este mercado no estuviera en franco crecimiento, nadie se molestaría en estafar.
Saber que en un país como Alemania, donde el consumo biológico lleva años consolidándose y donde hay mucha más conciencia al respecto, se están iniciando este tipo de prácticas, nos obliga, además, a ser mucho más precavidos a la hora de ir a comprar, no solo en las tiendas especializadas, donde podemos llegar a establecer una mayor confianza por el trato y la proximidad, sino especialmente en las grandes superficies. Vigilad siempre la procedencia, revisad los ingredientes, etc… Y ante la duda, una miradita a San Google nos puede guiar para hacer una mejor elección.
De un tiempo a estar parte, muchas grandes empresas de distribución están vendiendo y produciendo artículos bio. Esta medida es muy positiva porque permiten a más usuarios llegar a estos productos a precios más competitivos, pero entre toda esta buena voluntad, habrá siempre algún listo que quiera sacar provecho. De ahí la importancia de nuestro post anterior sobre los sellos de certificación. Nos consta que algunas grandes empresas del sector textil usan el algodón biológico como gancho, pero que luego no cumplen normativas de trabajo y salario digno, etc… Y por eso, sus prendas no están certificadas, por lo que vale la pena siempre tener las certificaciones en mente. Nadie compraría un coche sin número de bastidor… Pues un poco lo mismo.
Por otro lado, los consumidores responsables españoles tenemos la gran suerte de estar en uno de los países con mayor porcentaje de producción ecológica, por lo que no dependemos tanto de otros mercados, como el alemán, en este tipo de productos. Confiando en la severidad de las inspecciones y las certificaciones, tenemos a nuestro alcance productos de calidad y garantizados.
Recordad que en España existe una legislación estricta de control y supervisión de las empresas a las que se les permite usar el sello de certificación ecológica, y que éstas son inspeccionadas anualmente para comprobar que siguen cumpliendo con todas las normativas. Además, refrescaros el significado del código numérico de los huevos (impreso en la cáscara):
Primer dígito (tipo de producción) : 0. Ecológica 1. Campera (criada en libertad) 2. Granja (criada en suelo) 3.Granja (criada en jaula, o sea, en hacinamiento para hiperproducción)
Dos letras siguientes (procedencia): ES para España y así para el resto de países.
Resto de números: Código identificador de la granja.
Un comentario sobre “Huevos ecológicos fraudulentos: los efectos del éxito del consumo sostenible”