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Antes de consumir, piensa qué necesitas y si lo necesitas realmente.
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Antes de actuar, piensa si lo que vas a hacer, lo puedes hacer ahorrando energía o reduciendo el impacto en el entorno.
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Antes de comprar, pregúntate de dónde procede lo que compras, quién se va a llevar los beneficios, cómo se ha producido.
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Antes de viajar, piensa de qué manera vas a perjudicar menos al entorno, siempre que puedas elegir diversas formas de viajar.
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Busca, rebusca y descubre. Hay mil cosas que puedes hacer, actitudes que puedes tomar que solo te costarán un poquito de esfuerzo y compromiso.
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Actúa en la medida en la que tu economía o tu situación te lo permita. Cada pequeño paso cuenta. Y hay muchas cosas que no solo son gratis, sino que te ayudan a ahorrar.
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Hazlo con naturalidad y normalidad. Optar por una vida más responsable no te hace mejor, ni más guapo. Cualquiera que quiera puede hacerlo. Así que haz que sea atractivo a los demás con tu actitud.
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Tampoco te obsesiones. Cada uno llega donde puede, pero cada vez que reflexiones sobre esto, es un pasito que das.
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Piensa que cada cosa que hagas será una puerta abierta a que otros te sigan. Cuantos más seamos, más lejos llegaremos.
Sentido y Sostenibilidad 