Cuando nos aventuramos por primera vez a comprar productos de origen ecológico o con filosofía sostenible, nos puede asaltar una duda. ¿Esto que me venden es realmente ecológico?
Para evitar que productores sin escrúpulos usen el concepto «biológico» o «ecológico» como gancho publicitario pero sin cumplir con la normativa adecuada, se ha establecido un sistema de certificaciones que garantizan el origen y la producción de los diversos bienes. Para reconocerlos entre el resto de oferta, se ha establecido un sistema de sellos, que os explicamos a continuación.
La hoja formada por estrellas es el sello que garantiza que el producto cumple con las directivas europeas de agricultura ecológica. Lo podréis encontrar seguido del nombre que indica el país de producción.
Si su relación con la Unión Europea es que el país es solo de envasado, llevará una frase adjunta «Ecologic farming Non UE, que indicará que la procedencia es de un país fuera de la Unión Europea, pero seguirá siendo de origen ecológico.
En algunos casos aún nos podremos encontrar con el antiguo sello de certificación, verde más clarito y redondo.
Este sello se modificó en 2010, por lo que en algunos productos de larga duración, y algunas empresas que había contratado mucho packaging aún utilizan esta certificación.
En España encontraréis los sellos de los comités autonómicos de agricultura ecológica, todos similares, con una ilustración de un campo bajo el sol, y cuya diferencia es que indica alrededor de la ilustración la comunidad
autónoma de la que procede el producto.
En el caso de Andalucía, también os podéis encontrar este otro sello.
Igual que España tiene su sello propio, la mayoría de países tienen su propio sistema de señalizar su producción ecológica, y aquí os mostramos los ejemplos de Francia (Sello AB), Holanda (Sello EKO) o Alemania (Sello Bio) . Generalmente, estos sellos se imprimen junto a la certificación europea, y se utilizan también en grandes superficies para indicar lineales donde hay productos de origen ecológico.
Otro sello que nos podemos encontrar es el Demeter, que es algo más específico, y se encarga de certificar productos que proceden de la agricultura biodinámica. Esta agricultura, de enfoque holístico, además de ser ecológica, tiene como prioridad devolver a la tierra más de lo que se extrae de ella.
En lo que respecta a productos no necesariamente alimentarios, nos encontramos otras certificaciones. Por ejemplo, para los
productos cosméticos tenemos que estar pendientes de la certificación Ecocert o de la BioCosmetic, que nos garantizan, en líneas generales, que más del 95% de los productos vegetales usados en la manufactura son de procedencia ecológica y que además, más del 10% del total de ingredientes es de origen biológico.
En el caso del papel y otros productos (limpieza, zapatos, lubricantes, textiles, menaje, hogar…),nos encontramos con el sello Ecolabel, que certifica muchos tipos de productos y su procedencia ecológica, reciclada o sostenible.
Ecolabel, además, nos ofrece en su página web un catálogo que nos permite conocer a los productores por países y tipos de productos, de manera que sepamos exactamente quién y cómo se produce.
Es especialmente importante remarcar la certificación del algodón biológico, ahora que muchas grandes cadenas se jactan de usarlo en sus prendas. Vigilad bien porque muchas ponen que el algodón es de origen biológico pero no está certificado. Eso no significa que no sea realmente biológico, pero puede significar que no se respetan las condiciones de trabajo o que se sobreexplota la plantación.
The Forest Stewardship Council también tiene su propia certificación, el famoso FSC que nos garantiza que la madera (o papel) que se usa en cualquier producto o material procede de bosques gestionados teniendo en cuenta la sostenibilidad productiva, el respeto al entorno, etc..
Y last, but not least, el sello Fairtrade, que garantiza que el producto que estamos comprando procede de productores, generalmente de países del Sur, que no solo están respetando las normas de sostenibilidad medioambientales, sino que están siendo pagados adecuadamente por su producción. Detectar este sello es especialmente importante en productos cuya materia prima procede de países subdesarrollados o envías de desarollo, como el café, el cacao, algunos tejidos, especias e infusiones, o frutas exóticas. La presencia de este sello nos garantiza no solo la calidad del producto sino la calidad y dignidad del trabajo de los que lo han producido, algo especialmente importante en estos países.
También os añadimos un enlace al listado de organismos nacionales de la Unión Europea que se encargan de la certificación de los alimentos y productos, que os ayudarán a orientaros en caso de duda.
6 comentarios sobre “Guía para comprender los sellos y certificaciones ecológicas de los productos”