Lo natural vende. Y las empresas del sector cosmético se esfuerzan por destacar los componentes procedentes de la naturaleza que introducen en sus productos, pero, a la hora de la verdad, en las marcas comerciales, estos ingredientes quedan sepultados bajo una innumerable lista de otros componentes sintéticos. Hay una gran controversia sobre los beneficios y riesgos del uso de algunos de estos componentes sintéticos, como los parabenos, los ftalatos, algunos detergentes, etc. Pero en SentidoySostenibilidad no vamos a entrar en el tema de los riesgos de estos productos, porque no tenemos la formación adecuada para hacer una valoración sólida.
De lo que sí queremos hablar es de hasta que punto es necesario optar por los cosméticos de base sintética para toda nuestra rutina de belleza. Aún quedan muchos productos tradicionales y antiguas costumbres que nos pueden ayudar a cuidar nuestro cuerpo sin tirar de químicos e incluso reciclando.
Una de esas prácticas de belleza tradicionales que se están recuperando procede de Oriente, donde desde la antigüedad, la belleza y el cuerpo han sido elementos culturales importantes. Se trata de la depilación con caramelo, una forma de sustituir a la cera , que, desengañémonos, a día de hoy ya no es de abejas, sino de compuestos sintéticos. Se trata de una práctica cosmética que ya se usaba en el antiguo Egipto y que se basa en usar una mezcla de azúcar, agua y limón (o miel, y salvia) para crear una pasta que será la que se aplique sobre la piel. Las ventajas de esta depilación son innumerables: se puede hacer en casa, no reseca la piel, no deja puntitos ni marcas, arranca el pelo de raíz y sobre todo, se puede hacer con ingredientes naturales.
Si os da pereza liaros a preparar todo, o sois de los/las que pegaros tirones e inflingiros dolor no se os da bien, hay centros especializados que ya usan esta técnica, como Sundara, donde también aplican otra técnica milenaria, y con muy poco residuo, la depilación con hilo.
Otra técnica que se pierde en la noche de los tiempos es el uso del khôl como eyeliner o sombra de ojos. El khôl es un polvo a base de galena molida y además de embellecer el ojo, sirve para protegerlo ya que tiene una cierta acción antibacteriana. En Oriente es utilizado para cuidar los ojos de niños y mayores y para protegerse del sol del desierto. Actualmente, lo podemos comprar en comercios de productos árabes y es un buen sustitutivo para los eyeliners tradicionales. Eso sí, hay que tener un poco de arte para ponérselo y no parecer un boxeador noqueado, y hay que procurar comprar khôl libre de plomo.
Uno de los productos de cosmética ecológica que más nos gusta, sobre todo porque incluye un componente de reutilización importante, es la exfoliante de huesos de albaricoque que comercializa Taller Amapola. No es más que los propios huesos reducidos a polvo, que se mezclan con un limpiador facial y consiguen una exfoliación profunda. Además, debido a la sencillez del producto resulta económico, duradero y facilísimo de usar.
Dentro de las posturas más radicales a favor del uso de productos naturales en cosmética, o mejor dicho, del abandono de los productos cosméticos, está el movimiento No-poo. Se trata de una tendencia que aboga por abandonar el uso del champú, ya que consideran que es un producto innecesario y que atenta contra la salud del cuero cabelludo y de la naturaleza (por la cantidad de residuo sintético que se deposita en el agua). Los seguidores del sistema No-poo usan otros ingredientes en su higiene capilar: bicarbonato, vinagre de sidra, maizena, limón… También hay quien usa el huevo y el yogur, como champú y acondicionador.
Según cuentan muchos testimonios, el resultado es positivo. Hay un periodo de transición en el que el pelo no está tan limpio como estamos acostumbrados, pero a medio plazo los resultados son, en apariencia, más que interesantes. Y es que, si repasamos un poco, el champú es un elemento que se empieza a comercializar en los años 30 y que, en un principio, se usaba prácticamente una vez por semana, pero de un tiempo a esta parte, la ingente presión publicitaria nos ha llevado a crearnos la necesidad de lavarlo cada día, y cada vez, con productos más agresivos. En SentidoySostenibilidad vamos a hacer la prueba siguiendo la planificación de Ofélie, la bloguera de AntigoneXXI.
Más adelante seguiremos hablando de nuevos descubrimientos relacionados con la belleza y la cosmética natural.
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