Si una cosa nos cansamos de escuchar, cuando le explicamos a amigos y conocidos que hemos optado por la fruta y la verdura de cultivo ecológico es el sempiterno «es que es mucho más cara».
Bueno, pues hoy os vamos a explicar por qué (y por qué no).
Todo empieza con cuatro letras: IPOD. Y no, no nos referimos al innecesario cacharrejo-deseo-artificialmente-creado de Apple, sino al Indice de Precios en Origen y Destino de los alimentos, en resumen, el índice que mensualmente realiza la COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos) para comparar a cuánto compran los intermediarios y distribuidores la fruta y la verdura, así como la ganadería, al agricultor/productor y a cuánto se vende en el mercado comercial de destino.
Os incluimos la reproducción del índice del pasado mes de diciembre de 2014, un mes especialmente «divertido» porque vienen las Navidades y a todo el mundo se le escapa «el dedito» cuando decide el precio en las etiquetas.
Aunque se nos antoja bastante innecesario comentar, vamos a indicar algunos datos, como por ejemplo, que la diferencia entre precio origen-destino, que indica el número de veces por las que se multiplica el precio entre el agricultor y «la mesa» puede superar hasta las 10 veces y de media está entre las 3 y las 5. Esas diez veces implican un 1000% porcentual de incremento del precio.
Entendemos que cualquier producto entre origen y destino debe tener el sobrecoste que implica el transporte y manipulación del producto, además del margen comercial de los distribuidores, pero que los precios se multipliquen por 10, y que el agricultor, por ejemplo, en el caso de los limones, sólo se lleve 0,16 € por kilo, mientras por el camino su producto acaba costando un 1000% más, es como para pensarse seriamente a quién le estamos dando nuestro dinero.
A todo esto, sumemos que los productores españoles se encuentran con la competencia (desleal) de productores aún más económicos. Por ejemplo, en los cítricos. Sí, resulta increíble, pero hay productores que reciben menos de 0.16 euros por kilo, no queremos pensar las condiciones de esos agricultores, de sus tierras y las técnicas que usarán para que ese precio les compense a la hora de producir. Y luego también nos encontramos otras tácticas que nos fascinan, como la venta a pérdida, para convertir un producto en gancho de otros que se pueden comprar en una gran superficie comercial. Especulación se le llama a esto. Tu limón no es muy distinto de ese piso que compraste en la época del pelotazo y que ahora pagas a sobre precio con mucho esfuerzo.
Luego, igual te limpias la conciencia comprando una barrita de chocolate de comercio justo ecuatoriano, pero fíjate que aquí también hay muchos productores que están trabajando duro y que también son víctimas de un comercio no injusto, si no injustísimo. Y ahorrémonos el típico comentario al respecto de los agricultores españoles que «están subvencionados y prefieren tirar la fruta». Igual si la cobraran a un precio justo no haría falta ni la subvención, ni tirarla, y además, el campo volvería a ser un lugar atractivo para los miles de españoles que no ven claro su futuro laboral.
Dicho esto, vamos a hacer una comparativa de precios en destino, usando los de este cuadro de COAG y los últimos precios de nuestros amigos de Semilla Nativa, una iniciativa que trabaja directamente con los productores, saltándose prácticamente todos los pasos intermedios.
Limón convencional 1,76 €/kg – Limón ecológico 2,00 €/kg
Mandarina conv. 1,84 €/kg – Mandarina eco 2,00 €/kg
Platano conv. 2,22 €/kg – Plátano eco 2,70 €/kg
Brócoli conv. 2,02 €/kg – Brócoli eco 2,40€/kg
Ajo conv. 5,38€/kg – Ajo ecológico 5,40 €/kg
Acelga conv. 1.87 €/kg- Acelga Eco 1,50€/kg
Como podréis observar, en estos productos las diferencias de precio son mínimas, no más de 50 céntimos, y en algunos casos, incluso son más baratas las ecológicas, como en el caso de la acelga, que en Semilla traen de la misma Comunidad de Madrid, con el ahorro económico y de recursos que eso supone.
También hay otros productos, un buen número de ellos, en los que la diferencia de precio es mayor, por ejemplo, la patata (conv. 0,62 €/kg, eco 1,40 €/kg), o incluso el doble, como el pepino (conv. 1,56 vs. eco 3,35) o el repollo (conv. 1,22 vs. eco 2,50).
Así que sí, la fruta ecológica es más cara.
Ahí vamos con la explicación. Como habréis observado con las cifras del IPOD, la diferencia entre el precio que pagamos por la fruta convencional y el que recibe el agricultor es abismal. Y ahí está el ahorro. En la fruta y verdura ecológica –y siempre en aquellos negocios que están alineados con la filosofía sostenible, y ojo que no son todos– el porcentaje del precio final que repercute en el agricultor es muchísimo más elevado. Eso les permite, no solo vivir mejor y recibir un sueldo justo por su labor o trabajar cómo les dé la gana, sino que además les permite reinvertir en sus campos, no depender tanto del clima y la producción para sobrevivir, cultivar libremente las variedades que desean, innovar en sistema de protección y mejora de los cultivos sostenibles, dejar descansar a la tierra cuando toca, respetando su calidad y nutrientes, y un largo etcétera que finaliza en que en nuestras mesas tenemos fruta de mucha mejor calidad, más sabrosa, y con una excelente capacidad de conservación.
¿Habéis sumado los costes medioambientales, laborales y sociales (por ejemplo, en los países que exportan fruta a precios de risa) que tiene la agricultura convencional al precio al que la pagáis?
¿Creéis sinceramente que los agricultores solo merecen ganar 0.16 euros el kilo de limones, mientras los demás, ese mercado especulativo tremendo tras los grandes centros de distribución, se lleva 1,66 euros por kilo?
¿Consideráis justo que buena parte de la producción española convencional acabe en el extranjero o desperdiciada [en Europa se desperdicia un 20% de la producción agrícola] porque al agricultor el precio de venta no le cubre ni siquiera los costes?
¿Os dais cuenta de que, a menudo, compramos verdura convencional solo porque nos parece barata, no la consumimos, entre otras cosas porque no sabe a nada, y la acabamos tirando y que con lo que gastáis en lo que tiráis os sobraría para comprar ecológico con sentido común e iros de cañas?
Y ahora ¿sigue siendo más cara la agricultura ecológica?
Somos una cooperativa Miconatura Los Alcornocales, situada en el termino municip al de Los Barrios, Cádiz, dedicada al cultivo de seta ostra ecológicas, y convencionales. Estamos en fase de construcción y realizando una captación de futuros clientes para poder comercializar nuestros productos. Destacar que se venderán en diferentes formatos bien a granel, o empaquetado. Otra faceta a destacar es que también se venderá en estado de Deshidratado, y en una segunda fase del proyecto, queremos venderlo en conserva, bien sea enlatado o cristal. Si están interesados en adquirir nuestros productos, confirmen este correo haciendo referencia de la persona encargada de compras, así como tf de contacto, y correo electrónico, para posteriormente poder ponernos en contacto con vuestra empresa. Aprovechando la ocasión les saluda muy atentamente.
Juan Muñoz. Presidente/Director comercial
Tf de contacto. 693 735 854.
@: miconatura2016@gmail.com
micologialosalcornocales@outlook.es.
Muchas gracias Juan, pero no somos una empresa ni un proveedor capaz de comprar al por mayor. Un saludo
Defiendo todo lo sostenible ( sin ser extremista en el tema) pero Si es más cara la biológica , y no entiendo el porqué . Cuando intentan argumentar con lo de l bajo precio que reciben los productores en origen ( que efectivamente es lamentable ) no justifica el preciso más alto del ecológico , al final ( y no es que esté en contra de que tengan más margen beneficio los productores ecológicos ), pero creo que hay de asumir o sin tapujos , mi miramos los ecológicos , productores, tienen muchos menos costes operativos y de producción y sin embargo los productos en general son más
Caros . Es decir el margen de beneficio es francamente superior
En realidad, los agricultores ecológicos tienen costes similares de producción (también usan fitosanitarios, riego, materiales, tractores…) pero sus tierras son menos productivas, ya que no usan « trucos » como las semillas hiperproductivas o los insecticidas que permiten perder menos producción por plagas, por lo que al final sus cultivos son « menos rentables ». Si sumamos eso a que ponen el precio de venta de sus productos a un precio que realmente les resulta rentable, efectivamente, el kilo producido es más caro que el convencional. Ahora bien, una cosa es el precio kilo producido y otra el de venta al público. Los agricultores ecológicos de proximidad, por ejemplo, no requieren imponer a su precio de producción grandes incrementos por transporte, porque no hay casi transporte. Y más importante aún, en el sector de la agricultura ecológica, en muchas ocasiones no existen los intermediarios que, al final, son los que encarecen los precios y se llevan la parte del león de los beneficios. Además, la fruta ecológica tampoco tiene costes de presentación, es decir, no se la suele someter a lavados, encerados y otras técnicas para que se vea bonita.
En todo caso, como habrás visto en el artículo, comparando precio a precio productos en la misma semana se observa como no necesariamente siempre la fruta ecológica es más cara y cómo, cuando lo es, son diferencias a menudo muy razonables teniendo en cuenta el diferente nivel de justicia que se hace sobre el productor. Que creemos que es tanto o más importante porque todos queremos que se nos pague justamente por nuestro trabajo.